¿Cuántas veces nos hemos planteado si creer en esa crema que sale en la publicidad que asegura que vamos a perder grasa? Pero inmediatamente pensamos: Nada de eso funciona…
¿De verdad es así? Hoy te cuento toda la verdad sobre las cremas reductoras.
Voy a comenzar nombrándote una intervención realizada por Greenway ya en 1987, en el que aplicaron a un grupo de 28 mujeres 1 de los 5 tratamientos del estudio, pero solo lo hicieron en una de las piernas, así podrían comparar con la otra si realmente funcionaban, todas las mujeres estaban realizando un déficit calórico. Se observó que las piernas en las que recibían el tratamiento perdían mayor cantidad de grasa que la que no lo recibía.
Similares a este hay multitud de intervenciones que han evaluado la veracidad de los distintos principios activos de las cremas reductoras y han observados mejoras en los diámetros de las zonas en las que fueron aplicadas.
Pero…. ¿Todas funcionan?
Lo que se puede concluir en base a la evidencia actual es que las cremas funcionan, aunque según la composición el efecto puede ser leve o moderado. De entre los ingredientes, el principio activo principal mediante el cual estas cremas ejercen su efecto son las xantinas. También ingredientes como la capsaicina o el mentol, ayudan a la absorción y por tanto la efectividad.
Así, si te apetece probar alguna, asegúrate que tenga una o mas xantinas (cafeína, aminofilina, teofilina, teobromina…) y si además tiene capsaicina y/o mentol mejorara su absorción.
En el mercado, hay algunas que pueden resultarnos de utilidad: Absteel (Sculpt), Napalm topical fat loss (Advant Research), Sculpted Abs (EST Nutrition), VasoBurn (MPA).
Recomendación:
Esto es solo una ayuda, recuerda que lo principal para una pérdida de grasa es el déficit calórico que debe ir acompañado de un entrenamiento de fuerza. Nada hacemos con las ayudas si fallamos en lo principal.
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