Recuerdo la primera vez que fui al gimnasio, veía gente con esas fajas azules, o a veces esos trajes plateados que parecían astronautas y bueno, era joven y me creía todo lo que me decían. “Esto es para quemar más grasa… cuando me la quite verás la cantidad de sudor que sale…”. Esto no es más que otro mito del mundo del fitness y hoy lo vamos a explicar.
El sudor es la forma que tiene nuestro cuerpo para regular su temperatura y se puede ver relacionado con el clima, la ropa, la humedad, entre otros. Está claro que cuando sudamos mucho perdeos peso, pero es solo agua que recuperamos una vez que nos hidratamos.
Claro está, que cuanto más intenso sea el ejercicio más vamos a sudar (y ya hemos hablado de la importancia de la intensidad en la pérdida de grasa), esto se debe a que a mayor intensidad, nuestro cuerpo se calentará más y por tanto, recurre al sudor para regular esa temperatura. Pero no porque un día de verano muy intenso sudemos mucho mientras estamos viendo una serie de TV lo vamos a asociar a la intensidad 😉 y es aquí donde radica la diferencia.
Lo que va a ayudar en la pérdida de grasa será el entrenamiento, tanto entrenamiento de fuerza como ejercicio aeróbico o tipo HIIT, siempre trabajando a una intensidad adecuada.
Conclusión: Podemos sudar por calor, nervios, porque nos empaquetamos como si fuéramos sushi o por la intensidad del entrenamiento, pero solo ésta última hará que podamos perder grasa.
Por último, te recomiendo que veas este vídeo que publique en mi canal de YouTube en el que hablo de la pérdida de grasa y factores a tener en cuenta si eres mujer.